Al tratar de escribir sobre la no
violencia me viene el recuerdo de una película en donde hacen referencia al movimiento
de Desobediencia Civil en Estados Unidos de los años 60, reproduciendo como
entrenaban a los miembros del movimiento para resistir la violencia. Tenían que
prepararse para las agresiones de la gente, los golpes de la policía, el ser
arrastrados, interrogados y hasta torturados sin que hubiese de parte de ellos
alguna respuesta violenta. Es decir para la no violencia hay que conocer y
vivir la violencia. En ese caso es necesario conocer cómo actúan los violentos
para poder responder en consonancia con lo que se pregona.
Otro es el caso de quienes
consideran que las vías no violentas están cerradas y las leyes están establecidas
o son modificadas en favor de quienes tienen el poder negando cualquier
posibilidad de actuar en defensa de derechos. En ese caso se habla de la
justificación de la violencia. El líder surafricano Mandela, fue un revolucionario que acudió y defendió
la violencia por considerar que no había otra forma de lograr la eliminación
del apartheid. Sin embargo es reconocido mundialmente, luego de su liberación
como un símbolo de la no violencia. Mandela acude a la no violencia tiempo después
de su liberación pues desde los primeros momentos de su encarcelamiento el régimen
del apartheid le ofrecía liberarlo si renunciaba a la violencia. Realmente
cuando renuncia a la violencia es porque considera que los objetivos que tenían
planteados habían sido logrados. De alguna manera lo que había defendido en el
juicio en el cual lo condenan, lo repite en su discurso al iniciar el proceso
de integración a la libertad.
Por caso contrario Malcom X,
nunca pregonó ni actuó bajo la violencia, sus planteamientos eran radicales y
conmovieron e influenciaron fuertemente a la comunidad afroamericana. Pero su
imagen está marcada como la de un violento que sembró el odio.
“Esto, más que
una falsedad, era una tergiversación de su discurso por parte de varios medios
de comunicación y de colectivos interesados en su descrédito. Malcom X nunca
abogó por la violencia. En un momento dado abogó por la Auto-defensa, esto es,
instó al pueblo negro a que se defendiera en caso de ser atacado. Esta idea,
que es contraria a la de “poner la otra mejilla” que proclamaba King”,
Resulta que los medios de comunicación se
encargaron de crear esa imagen, de distorsionar su discurso para hacerlo ver
como un hombre violento y de alguna manera justificar su asesinato. El mismo lo
dijo poco antes de su muerte:
“Ya en los
últimos capítulos de su Autobiografía, escritos muy poco antes de ser
asesinado, Malcom preveía que esta imagen de él era la que iba a perdurar entre
la sociedad en general: “Cuando haya muerto (...) quiero que os
mantengáis y comprobéis si no es cierto lo que digo, que el hombre blanco, a
través de su prensa, me identificará con el “odio”. Me utilizará cuando esté
muerto, igual que ahora que estoy vivo, como símbolo adecuado del “odio” y eso
le permitirá evitar la verdad sobre mí”
(http://html.rincondelvago.com/malcolm-x.html)
La fuerza de los movimientos no
violentos también la demuestran las
acciones de la violencia. Bien sea la violencia del Estado, la violencia
social, etc. Les da mucha rabia a los
dominantes que alguien sea capaz de decirles o mostrar realidades sin que acuda
a la violencia, y eso les hace ser más violentos. Genera incluso que se les
elimine. En los años 60 en Estados Unidos fueron asesinados los líderes que
abogaban por la integración y los derechos civiles: Martin Luther King, Malcom
X, Robert y John Kennedy.
En Colombia han sido asesinados
muchos líderes sociales y políticos que procuraban la paz, que ejercían liderazgos
en favor del entendimiento y algunos que intentaban dejar la vía armada para
entrar en el sistema democrático. Tal es el caso de Unión Patriótica, una vía
que buscaron varias organizaciones entre ellas, el partido comunista, que
tomando distancia de los grupos armados llamo a negociar la paz y procuró
entrar en la contienda electoral, eso le costó demasiada sangre: Dos candidatos
presidenciales, Jaime Pardo y Bernardo Jaramillo, 8 congresistas, 13 diputados,
70 concejales, 11 alcaldes y alrededor de 3500 de sus militantes fueron
asesinados.
Hay quienes consideran que para
lograr ser escuchados para ser tomados en cuenta deben acudir a la violencia,
ello va desde el cierre de calles hasta el terrorismo. Pablo Escobar lo decía; “hay
que entrar en el ataque para hacer que entren a negociar”, queriendo con ello
evitar la extradición de los narcos.
Desarmar al violento, usar la no violencia,
hacer desobediencia civil al final tiene un efecto violento, bien sea porque
golpea las instituciones, la inmovilidad del poder, la zona de confort, o
porque genera respuestas violentas, cierre de canales, con lo cual los
gobiernos dejan un solo camino a quien lucha por sus derechos.
Los Panteras Negras usaron la
desobediencia civil con una imagen violenta. El imaginario así los percibe. Sus
trajes: boinas, chaquetas y guantes negros, son un símbolo que se afianzo en
las olimpiadas de México de 1968. Y en su origen utilizaron las leyes para
impactar al sistema. Seguían las ideas de Malcom X, cuando defendían y
procuraban la nación negra.
Dentro de esa idea, al comienzo
de su existencia como partido, necesitaban lograr credibilidad en la comunidad.
Crearon la Patrulla Pantera, porque había mucha agresión de la policía contra
miembros de la comunidad negra, así que estudiaron
las leyes y encontraron que podían portar armas siempre y cuando fueran
visibles y que podían estar frente a una actuación policial siempre y cuando
mantuvieran cierta distancia. En una primera ocasión hicieron que la policía
soltara a quien estaba siendo objeto de agresión y luego de discutir con ellos,
se retirarán. Tal acción trascendió
tanto que provoco una reunión de la Asamblea para cambiar las leyes del Estado
y eliminaran la posibilidad de que los negros portaran armas. Mostrar las armas
era suficiente para evitar el enfrentamiento. Eso puede ser interpretado como el pensamiento militarista de que hay que armarse para lograr o
garantizar la paz, pero en ese caso lo veo como un ejemplo del uso de las leyes
para actuar de manera no violenta.
En todo caso creo más bien que en
lugar de dotarse con armas de fuego, hay que armarse con la fuerza de la razón y
llenarse de coraje para hacerse un activista de la NO- VIOLENCIA. Leo en las
redes que los grupos de motorizados y encapuchados, dotados de máscaras,
defendieron el avance de la policía. Sin embargo veo un video con la imagen del
joven que con el dorso desnudo demuestra estar desarmado y parado en el medio de la Av.
Libertador, enfrenta al policía que le amenaza, lo golpea, empuja y hace caer. Se
levanta del piso, avanza sobre el policía lo escupe y este retrocede.
Coraje para el activismo no
violento puede ser más fulminante que la actuación de grupos violentos. Escuche
a un diputado de la oposición criticar la violencia señalando que no se podía actuar
igual que aquellos a quienes se quiere derrotar por ser violentos y
antidemocráticos y de nuevo me viene la frase que escuche en la película venezolana
“El Enemigo”: “Si actúas como el enemigo, eres el enemigo”