sábado, 6 de febrero de 2021

LO CONOCÍ DESPUÉS DE SU MUERTE.

Por Iván Zambrano Bencomo 

Una experiencia que nos hace recorrer la vida de alguien acompañándola, oír sus canciones y descubrir un personaje desconocido para mi, que vive y muere en ese recorrido. 

Todo comenzó al revisar el contenido de una película de Jonás Trueba llamada “La Reconquista”. Encuentro unas críticas que elogian la letra y música de la canción realizada especialmente para la película por el cantautor Rafael Berrio.


Busco la letra y encuentro un homenaje a la película y a la canción. Sigo indagando para ver la letra. Me gusta leer las letras de las canciones que me llaman la atención. Y entonces encuentro algo acerca de este personaje que incursiona no solo en la composición para la película sino que actúa en ella, su primera y aparentemente única actuación en cine. 

Somos siempre principiantes. 
Somos siempre principiantes y el amor no acaba. 
Duras penas: Eso nos depara. 
Porque nadie sabe nada de su propio amor. 

Estoy en YouTube escuchando la canción y mi curiosidad me hace voltear hacia la columna derecha donde veo los títulos de otras canciones de este personaje. Los títulos son muy interesantes y me atrapa el recorrer sus canciones. En tanto, continuó escuchando “Somos siempre principiantes y el amor no acaba”: 

Y ahora que están al fin vencidos, sentados frente a frente, 
¿quién de los dos se atreverá a romper el silencio que los envuelve? 
Ella abisma la mirada en el suelo y él en sus ojos, alma adentro. 
Con la esperanza del reencuentro. 
Con la esperanza del reencuentro. 

Todo va desde la canción de reconquista que, como la película, habla del reencuentro de una pareja que se conoció y compartió cuando eran adolescentes. Es decir desde el amor adolescente a encontrarse 15 años después cada uno habiendo hecho su vida lejos del otro. 

En los títulos de sus canciones encuentro mucho sobre la vida y el recorrido en ella o a través de ella “Dadme la Vida que Amo”, desde la bohemia pide “la hermosa vida que amo”. 

Rebusco (Googleo) en artículos escritos sobre Berrios, preguntándome quien este personaje con esas letras de contenidos de esas características y para mi de mucho nivel. Y él mismo responde en una entrevista: “Cualquiera que lea mis letras se encontrará con Pessoa, Cioran, rollos patológicos a los Dostoievsky o la inanidad de la que habla Baroja”. 

En la medida que escucho, lo encuentro lleno de angustia existencial 

“Cómo iba yo a imaginar desde el ángulo opuesto 
que el amor era esto 
y que iba a ser alcanzado por él. 

Yo, que he juzgado la existencia como un cansancio eterno. 
Yo, que en un bostezo siento puesta cada fibra de mi ser. 
Yo que aspiraba a dejar mi vida en blanco como la hoja blanca de un cuaderno, Dime tú amor mío cómo iba yo a saber". 

 Encuentro las letras escépticas y a la vez optimistas. Lo describen como un personaje creado para la presentación pero que en la vida real es diferente. De imagen bohemia siendo un gran lector de profunda formación intelectual. Y a la vez tanto sus letras como en algunas opiniones desde mucho tiempo atrás habla de la vida con un sentido final. 

 Y en una canción en homenaje a las mujeres habla en estos términos: “Yo me moriré un día de pulmonía bajo los puentes … Y “perder el amor de las mujeres ” Las mujeres de este mundo” … “las mujeres que soñamos” “No me abrazare a la vida” “Solamente lamentare perder a las mujeres que amamos” 

 Ese escepticismo característico lo refleja también en una de sus letras exitosas, escrita para otros, se trata de una canción que compuso para el grupo “La Oreja de Vangogh”. Letra que habla de una relación deteriorada: “Que puedo pedir” 

 En otra pieza se queja de lo que ha sido su vida, como una oportunidad perdida solo en los preámbulos, una vida como si fuera un ensayo, como el debut que no tiene nuevas funciones: 
 
"Temo haber vivido mi vida como si fuera un simulacro / como si tuviera el don de vivir dos veces / de haber dejado en prenda la futura / y de haber malgastado en borradores la presente". 

 Me conmueven esas letras que de algún modo son premonitorias aunque afirme que las disfruta y bromea con ellas. 

 “El alba dará mi hora y con el último suspiro / entonaré un salmo antiguo rescatado de la infancia. / Pero no dejaré preguntas en el aire ni reproches. / No me abrazaré a la vida tan desesperadamente” 

 Tomo del articulo de Aloma Rodríguez publicado en “Letras Libres” la frase siguiente: “Hace unos días, me vino a la cabeza “El mundo pende de un hilo”, canción que cerraba Paradoja: me parecía que era perfecta porque habla de la fragilidad de todo lo humano, pero en el que lo que permanece es el amor: “Solo el amor que me has dado / no muere conmigo” 

 El cantautor Rafael Berrio muere el 31 de marzo de 2020 a los 56 años en San Sebastián, España. 

 El párrafo del comentario sobre la película “Somos siempre principiantes” , el cual llamo mi atención y me hizo emprender ese camino de letras y canciones para conocer a este cantautor, lo leí en la reseña de Astrid Meseguer en “La Vanguardia” (30/09/2006) y es el siguiente: 

 “Con todo este engranaje en marcha, el hilo conductor de la propuesta cobra sentido y no es fácil no emocionarse ante las palabras que suenan a través de la voz desgarrada de Berrio y su tema Somos siempre principiantes ( y el amor no acaba). A Jonás siempre le había entusiasmado este cantautor y está claro que le apetecía hacer una película que sonara tan especial como sus letras, que se han convertido en una suerte de emblema de la película.” 

 “Pero el tiempo vuela y no se hará esperar la hora triste que les separa… 
 Somos siempre principiantes y el amor no acaba. 
 Duras penas: Eso nos depara. 
 Porque nadie sabe nada de su propio amor”.

Mientras los soldados apoyaron la verdad, el Alto Mando decidió apoyar la felonía y no el respeto a la Constitución.

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