En Estados Unidos hay un movimiento por la recuperación del poder por parte de la gente, el cual esta muy bien reflejado en el documental “A la conquista del Congreso”, en donde unas organizaciones se ponen de acuerdo para lanzar líderes sociales a las elecciones del parlamento de 2018. Se trata de figuras conocidas (trabajadores, madres, profesoras, camarera, etc.) para que representen a sus respectivas comunidades.
La confrontación con los representantes tradicionales demuestra como estos se han ubicado en la lucha político partidista olvidando las necesidades y el sentir de la gente.
Así mientras por ejemplo el candidato tradicional por Nueva
York, el cual es descrito como el “quinto demócrata con mayor poder en el
mundo”, busca ser reelegido a su curul, presentando como oferta que enfrentara
a Trump, los movimientos sociales, con
estas candidatas, ofrecen enfrentar la pobreza, apoyar un sistema de salud para
todos, cambiar las leyes de inmigración, etc.
Creo que podemos sacar una lección de este tipo de movimiento, si bien los partidos son importantes estos han contribuido a la perdida de poder de la gente, han desempoderado al ciudadano y a las organizaciones alejándoles de la política, es decir de la lucha por el poder. Entonces el asunto de empoderar debería comenzar por pelearle los puestos a los partidos dentro de los partidos.
No digo quitar los símbolos como han hecho algunos con intereses bastardos. Se trata de luchar por la democratización de los partidos y hacer cumplir con las leyes que establecen que los candidatos deben ser escogidos en primarias. De tal manera que en lugar de un movimiento anti-partido sea mas bien un movimiento por un sistema de partidos democráticos. No se trata de cuotas para repartir como en ocasiones lo han hecho lo partidos: repartiendo a medios de comunicación o empresarios puestos en las planchas.
En los intentos de la Sociedad Civil por lograr la representatividad y el poder, lo ha hecho por la vía uninominal y fuera de los partidos. Pero para fortalecer la democracia creo que lo importante es fortalecer los partidos, dotándolos de liderazgos reales y relación directa con la gente. De lo que se trata es de reconstruir el Capital Social de los partidos.
Imagínense un partido con unos candidatos electos por las bases y comunidades, ofreciendo un programa y su ubicación en determinadas comisiones. Por ejemplo que a la comisión de Desarrollo Social este una Susana Rafalli o un Feliciano Reyna en Derechos Humanos. En la Comisión de Contraloría una Mercedes de Freitas, por ejemplo, y en diversas comisiones gente de los trabajadores o amas de casa en Comisión de Familia, los cuales hayan sido electos por el partido con el compromiso de cumplir un propósito determinado.
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