lunes, 30 de marzo de 2015

CAMPESINOS, CHOFERES, ESTUDIANTES Y HASTA UN EXORCISTA Conversaciones en un viaje

Tenía tiempo sin viajar al Táchira, aproximadamente 3 o 4 años. Llego al aeropuerto y apurado paso directo a buscar un taxi. Me sorprendo por la cantidad de taxis operando. Sucedió hace ya casi una década, en este aeropuerto, cuando fuimos a buscar taxi se habían marchado todos y no había mas vuelos, por tanto no vendrían mas taxis. Los primeros pasajeros en bajar se habían llevado los existentes para ese momento. Para ese tiempo todavía era un aeropuerto mas militar que comercial. Nos toco caminar hasta la carretera y esperar un autobús que nos acercará hasta los lados de Santa Bárbara de Barinas para ir a la reserva forestal. Pero ese es otro cuento. Lo cierto es que me quedó en la mente la idea de que al llegar a este aeropuerto podía quedarme sin taxi, sin embargo me impresionó ver la caravana de taxis en espera de pasajeros.  Apenas iniciar el viaje fui descubriendo las grandes colas en las bombas de gasolina. Pregunte al chofer las ventajas del chip. En realidad teníamos días sin colas, pero los rumores de aumento del precio las genero de nuevo. Y ese chip no afecta su trabajo?, cómo hacen para volver a llenar si tienes viajes largos? Cómo hacen los turistas que vienen en sus carros?. Pasamos mucho trabajo con eso. Los turistas deben sacar un permiso temporal que les permite llenar en ciertas gasolineras. Y cómo hacen con las colas para comprar comida? Mi esposa tiene más posibilidades que yo porque ella trabaja en una escuela atendiendo el comedor. Puede salir y hacer la cola. Si yo me pongo en eso, imagínese, cuantos viajes al aeropuerto o  otros sitios pierdo. Así fue desarrollando sus ideas y compartiendo en el viaje a San Cristóbal. Me confeso que era campesino, de un pueblo cercano, que tenía un terrenito cerca de la finca de su papá y que tanto él como su papá ya no estaban produciendo café, ni tenían ganado. En cambio producían pasto. Eso porque el pasto no requiere mayor atención. Para cultivar otras cosas no consigues mano de obra, ni fertilizantes, ni abonos. No hay quien trabaje la tierra. Imagínese usted que un campesino gana diario 300 bolívares, y un motorizado pasa un tanque de gasolina y hace 3000 bs en un día. En un viaje hace lo que gana un campesino en 10 días. Después de un silencio me cuenta que se compro ese carro y  dejo la vida campesina. Me va bien, yo veo que muchos andan pasando gasolina y hacen mucho dinero, pero yo prefiero trabajar en esto. Yo me vine acá y mi esposa y mis hijos se quedaron en el pueblo. Alquile una habitación y cada dos semanas los visito. ¿Y como hiciste para comprar el carro? Bueno hay que ver que tuve suerte porque hable con una señora que conocí que trabajaba en el banco y me oriento sobre como conseguir el crédito. Me dieron 120 mil aunque en realidad me aprobaron 250 mil, pero me dieron 120, con dos años de gracia y cinco para pagar. Era un crédito para mi finca. Y me compre una bronco. La vendí y me compre este carro. No se si me van a cobrar 120 o 250. Tengo que volver a buscar a la señora para preguntarle. Estos estados andinos eran copeyanos, en tu pueblo por quien votan? Yo soy opositor pero mi abuela tiene miedo de que le quiten la pensión, por eso no va a ningún acto y yo la llevo a votar. Yo voto por la oposición. Somos muchos en el pueblo pero gana el oficialismo porque mucha gente tiene miedo de que le quiten la ayuda. Cuando me aprobaron el crédito casi todos los que salimos éramos de oposición y los oficialistas le reclamaron al alcalde pero dijo que nosotros nos habíamos movido y ellos no. Yo hice todas las diligencias y estuve pendiente. Por eso a nosotros nos salieron , porque llevamos todo lo que nos pidieron. Ellos se quedaron esperando que se los dieran.
Llego a San Cristóbal y encuentro largas colas en las bombas de gasolina de la ciudad, dan la vuelta a la manzana. Me paro y tomo fotos. Mas tarde entro en “territorio apache”. Alguien me cuenta que es una zona muy peligrosa, que no es bueno andar por ahí porque aparte de ser el centro de las protestas hay muchos delincuentes. Roban a estudiantes, profesores y vecinos. Una semana antes habían abandonado las instalaciones de la universidad unos tomistas. Me cuentan que eran unos 150 de los cuales solo 20 eran estudiantes, el resto delincuentes, desempleados, incluso algunos que abandonaron sus trabajos porque les pagaban y muy bien. Hay mucho dinero en juego. No se sabe de donde viene. Cómo se explican todos esos sacos de morteros que se llevaron. Y todos los días se los reponían. ¿Cuánto vale un mortero?. Unos estudiantes me cuentan que varios de los que participaban en esto cobraban, (unos dicen que 3000 otros hablan de 7000 diarios). Es demasiado tentador para mantener una barricada. Me dicen también que “así como hay delincuentes en las protestas buena parte de la policía esta compuesta por unos malandros provenientes de un barrio de acá, eran una banda y ahora son policías”. En el almuerzo comparto con un señor que me habla de la prostitución, dice que ha crecido bárbaramente. Vienen hasta de Caracas, pasan una semana en Cúcuta y ganan lo de 3 o 4 meses, con eso cubren el pasaje, la manutención , las compras y se llevan un realero. Le confirmo lo que me dice por una noticia que leí en la prensa acerca de una protesta de las prostitutas de Colombia que están molestas por la competencia de las venezolanas. Entre los alumnos del curso tengo un sacerdote. Tiene pinta de Hippie, pelo largo, suéter y blue jeans. En uno de los intermedios compartimos un café y le comento que he visto muchos vehículos carros, motos de alta cilindrada, camionetas y mucho movimiento en las noches, como si hubiese mucho dinero circulando. Es cierto hay mucho dinero proveniente de diferentes fuentes. Me explica que hay un cambio en la relación con Colombia. Ahora vienen de allá a comprar acá y buena parte de los que ves en la noche son procedentes de Colombia, se vienen a parrandear los viernes y sábados y luego se van. También vienen y hacen compras, pero no estamos preparados para eso y no hay mercancía para atender esa demanda. Les resulta buen negocio el cambio, el peso vale mas que el bolívar. También hablamos del contrabando de acá para allá. Es muy tentador. Son muchos los que andan en eso. He sabido de algunos que traen tintes de caracas y los venden en Cúcuta. Ganan hasta 50.000 por viaje. A mi me han tentado pero les he dicho lo que siempre me ha recordado mi mamá, se imaginan lo que significa que aparezca en la prensa “cura atrapado con xs productos contrabandeando”.
En la noche me despierta una algarabía de unos amanecidos. Le cuento eso a un bombero que tengo de alumno y me muestra unas fotos. Me dice que eso debió ser de estos muchachos. Los mataron. Se los llevaron por delante y se dieron a la fuga a esa hora al frente del hotel. Murieron instantáneamente, no tenían casco. Uno de 19 y otro de 20. Habíamos logrado bajar los accidentes con la prohibición de circular con las motos de noche, pero ya se relajo y volvemos a cifras muy preocupantes. Quien habla es un bombero que trabaja en una oficina de control de accidentes y da clases, forma bomberos y voluntarios.
De retorno converso con el chofer que me traslada al aeropuerto. Vemos camiones con cabillas yendo en sentido contrario es decir como si vinieran de Colombia hacia el centro. Me comenta que le parece extraño, que nunca había visto camiones de cabillas, y son de primera, me dice. Me apoyo en esa afirmación para preguntarle sobre el contrabando de gasolina. Me cuenta que las gandolas hacen mucho dinero. Póngale que son 45000 litros, a 400 bs son 18.000.000. Una pimpina 22 litros son 28 mil pesos. El contrabando paga. Yo no pude comprarme un carro cuando se podía. Había reunido un dinero pero no me alcanzo. Me atrase y en eso se dispararon los precios. Ahora estoy de avance. No ahorro en el banco porque se pierde el dinero, no vale nada. Me compre unas motos y se revalorizaron. Las tengo guardadas. Mi familia me dice que me vaya. Tengo familia en Bogotá y un primo gana mucho dinero allá. Lo estoy pensando. Puede ser si cuento con la habitación mientras reúno. Allá se pueden tener ahorros. 


Llego al aeropuerto. Parece un terminal de autobuses. Le hicieron un techo y allí esperas en una especie de feria de comida, adentro no hay en donde esperar, solo colas en cada taquilla de las líneas. Mucha gente. Familias colombianas que van a pasar días en Margarita. Venezolanos que vienen de buscar cosas en Colombia. Me siento a esperar porque el avión tiene tres horas de retraso. Doy vueltas y al final el hambre me hace compartir mesa  con un cura, viste muy tradicional: sotana negra, larga casi hasta el piso, cuello cerrado. Me dice que es enviado del papa, es misionero internacional. Al escuchar su acento colombiano le pregunto si vie en Colombia. Me dice que viene de visitar la familia y va para el oriente del país a pasar un tiempo, allí lo enviaron. Hablamos de la violencia y de la inseguridad en Venezuela. De pronto me dice que es exorcista, me traslado al cine, me siento como en una película. Me cuenta que en Roma hablo con un colega exorcista que le narro su mas reciente confrontación con el diablo. “Me voy a apoderar de los jóvenes, lo estoy logrando. De esa forma los voy a derrotar”, así le dijo el diablo. Eso explica lo que esta pasando en el mundo: la posesión demoniaca, los matrimonios entre el mismo sexo, las sectas, las drogas, los crímenes, todo eso es la demostración de lo que el diablo le dijo a mi colega. Hay que recuperar la familia y los valores.  De pronto se para y se despide. Luego de varias horas de espera anuncian el vuelo. Me coloco en la cola y veo pasar al exorcista, se sienta al fondo. La cola avanza y cuando ya estoy a punto de entregar mi ticket para pasar al avión, el sacerdote se acerca apurado y me dice “ te estaba buscando” y se colea.

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