miércoles, 19 de julio de 2017

Ni Catia es Narnia ni Narnia vive en Paz

Desde hace unas semanas atrás comencé a buscar que era "Narnia", pues había escuchado mencionar esa palabra a varias personas en diferentes contextos y siempre refiriendose al oeste de la ciudad. Luego, en una conversa con mi hijo, una señora mayor le dijo que él estaba fantaseando como si estuviera en Narnia.  En mi búsqueda pude saber que había una serie de películas de las cuales las dos primeras fueron producidas por la casa Disney, y que luego del fracaso de la segunda, la tercera paso a otros productores. Tuve dificultad para conseguir alguna copia de la triada, hasta que encontré: “El Príncipe Caspian “, sin embargo me tarde en verla por la dinámica de estos días que nos tiene a todos tan angustiados. 

Al tiempo logro leer algo de la historia de la serie de crónicas de Narnia de C.S. Lewis  y pude ver la película. La verdad es que ahora no entiendo porque comparan esa ficción con lo que se vive en el oeste de la ciudad. O mejor dicho, con lo que he entendido en esa especie de imaginario quieren decir cuando expresan que “viven en Narnia” o que “en Narnia consiguen de todo”. Y no lo  comprendo porque en Narnia hay conflicto, hay guerra y  en nuestra ciudad, en la zona del este, se vive una guerra de baja intensidad con muertos, heridos, y prisioneros, pero en Catia también se padece de represión, hay escases, muerte y control.

Por otra parte en Narnia hay fantasías como la de animales que hablan, así que la comparación que se me ocurre con referencia a nuestra realidad,  es que se están animalizando los actores del conflicto: unos obedeciendo a sus instintos,  más que a las órdenes, y otros que se dejan llevar por el resentimiento hasta desatar su bestialidad.  

En Narnía hay Sistemas monárquicos en donde reinas malvadas congelan todo o lo destruyen. Por ejemplo en “El sobrino del Mago”, en uno de los submundos que los protagonistas visitan, la reina que es resucitada por los niños había peleado en una guerra con su hermana y cuando ya se veía derrotada prefirió acabar con todo, eliminando hombres, mujeres y niños, antes de que su hermana, luego de haber derrotado su ejército, acabara con ella. Prefirió la muerte de todos y de todo antes que perder el poder.

Repito, estoy convencido de que por el hecho de tratarse de crónicas que dan rienda suelta a la ficción, imaginando la existencia de otros mundos desde donde se puede volver a esta realidad, es que la gente utiliza los términos “no estás en Narnia” o en “Narnia hay”, es como algo añorado. Pero para mí esa ficción se vuelve un espejo de nuestra realidad con gente ambiciosa del poder que es capaz de sacrificar vidas y destruirlo todo por mantener sus privilegios.

Por esa razón, si de hablar del deseo de vivir en fantasía se trata,  prefiero decir que me gustaría sustituir esta realidad en lugar de por Narnia,  por “Bambilandia”, un programa de tv que yo veía cuando niño, cuyo tema era: “Bambilandia es el país donde los niños son felices…”  Y saben por qué? Porque así como en una tribu africana se saluda preguntando ¿cómo están los niños?,  porque creen que “SI LOS NIÑOS ESTAN BIEN, TODOS ESTAMOS BIEN”, quisiera que nuestros objetivos como sociedad fuera entonces hacer que los niños estén bien.

2 comentarios:

  1. Amigo Ivan comparto plenamente tus comentarios y me identifico con el cierre de tu comparación, pues yo tuve la dicha de disfrutar y ser feliz viendo el programa de TV Bambilandia.

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