Un giro argumental
“es un cambio en la cadena de acontecimientos de una trama, bien sea en literatura, teatro o cine.
Se presenta con más frecuencia cerca del final de la obra, pero también puede encontrarse hacia la mitad. Estos giros cambian dramáticamente el objetivo de los personajes”.
Wikipedia
Hace unos días escribí acerca de lo que puede significar el giro dado por un líder que da una voltereta y representa una traición, siendo que dicho acto forma parte de hacer política.
En el cine hay giros fundamentales para el éxito de una historia ya que producen sorpresa en el espectador y hasta lo despiertan de un letargo que puede haber ocurrido mientras pareciera que no pasa nada y la historia no avanza.
De pronto alguien rompe el silencio y comienza a decir algo que muchos habían mantenido en reserva o en círculos cerrados por no interrumpir o dañar el camino del héroe, el cual esta buscando la poción mágica o el símbolo de la fuerza que le permitirá combatir al enemigo y llegar feliz a la paz de su hogar.
Pero muchos de los que consideran esto como algo normal en el cine, no lo aceptan en la vida real y mucho menos en el actual escenario político nacional, en donde la historia estaba dejando de ser contada por el protagonista para ser contada por un narrador extranjero que responde mas a su propio interés y conveniencia que a una verdadera colaboración acorde con la situación a lo interno del país.
La historia de otra comunidad no es la historia que interesa contar en esta comunidad. Digamos “esa es otra película”. Más aún cuando en esa otra comunidad, país o película están acometiendo una campaña electoral muy peligrosa para la democracia. Pero bueno, esa es otra historia. Acá sigamos con la nuestra.
El héroe se detuvo en su búsqueda y esta a la espera que algún amigo lo venga a ayudar. En tanto, sólo le quedan tramites administrativos y debe utilizar parte del tesoro que ha recaudado en su aventura y ponerlo al servicio de sus ciudadanos.
La política va quedando en un vacío porque no hay diferencia entre el liderazgo político y la administración de gobierno. Hace un año mencionaba que debía elegirse un líder porque ya se tenia un Presidente y era el líder quien debía recibir los tortazos para proteger al Presidente. Si de pronto es un líder que debe hacer el “trabajo sucio”, debe hacer Política, mientras que el Presidente ejecuta las políticas.
Pero resulta que el líder del Presidente esta preso, y propone una acción al Presidente, el cual se quema en un puente frente al aeropuerto militar tratando de dar un golpe, y lo único que logra es mudar al líder de su casa a una embajada.
Que esta sucediendo volvamos al documental es decir a la no ficción:
En Política las diferencias existentes no pueden establecerse por mero problema entre dos líderes, sino por interpretación de la realidad, de la política y de la estrategia. La estrategia basada en el mantra de tres pasos, tenía de fondo una salida del gobierno para luego proceder a lo demás y la única forma para que eso fuera viable era lograr una división de la fuerza armada o que una acción militar internacional lo sacara, por tanto esta posición es contraria a una estrategia: democrática, pacifica y electoral.
De acuerdo con lo anterior, la lucha no puede estar centrada en un “vete ya” sin que se tenga la fuerza para sacarlo de la casa. Para llegar al gobierno de transición había que sacar de juego a NM y como lo definió Trump: el tipo se las trae y no sale así como así. En este caso se hace muy cierta la frase “los rusos también juegan”
La lucha por elecciones se hace luchando por elecciones, no conspirando para embarcar a los demás en una aventura sin sentido. Tal pareciera que hay un grupo que ha conducido la política y que aprendió en la escuela de la ultraizquierda o del guevarismo. El infantilismo lo llamaban. Con aquello de “una candelita puede encender toda la pradera”. Y como decía un chavista acerca del manual de Sharp: “la derecha aprendió de nosotros y se ha dedicado a hacer lo que hacíamos”.
Entonces, cuando un líder rebela que el camino es equivocado y que es necesario revisar la estrategia y dejar de jugar a la guerra, entonces se le ve como un bicho raro, un traidor, en lugar de establecer que no hay una sola opción y que quizás el país necesita caminar por una senda distinta a la violenta.
Ah…, que son terroristas, narcotraficantes, secuestradores y criminales con un precio a su cabeza. Pues si y es esa calificación y esa situación la que los hace resistir a dejar el único sitio seguro que tienen. Y en su terreno de fuerza unos secuestrados no tienen salida a menos que alguien negocie con los secuestradores.
To be continued…
Esta historia continua…
Muy bueno tu escrito. Lo comparto.
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